PERCEPCIONES
EL ESTADO-ESPACIO-MOMENTO
DE ACCION (EEMA)
(Primera Parte)
Por Alvy Bryce Calles
La situación político-ideológica que vivimos actualmente
en Venezuela puede considerarse como un estado-espacio-momento de acción cuyo
significado está signado por múltiples factores que trascienden lo político para situarse como una
complejidad social cuya síntesis es, por ahora, parcial. Lo
económico-financiero, jurídico, ideológico, judicial, la propiedad, lo
tradicional, las costumbres, los ideales, la percepción misma, lo emocional, lo
educativo, se vive como confrontación que ha llegado a extremos de dividir
familias, amistades, grupos sociales, instituciones, determinados por una
especie de odio que polariza y se expresa como energía real-social (Bryce, 2001).
En este sentido, los mass-media, han tenido un papel
preponderante en la difusión (y confusión) de las contradicciones impulsadas
desde las instancias de liderazgo del Poder, tanto del gobierno como de la
oposición. Prácticamente no existe medio
de comunicación en el país y en el exterior que no se haya convertido en
difusor de las diferencias. El desfile es largo y amplio: artículos, libros,
folletos, panfletos, reportajes, programas de opinión en radio, tv, internet, entre
muchas otras formas, han producido, por decirlo de alguna manera, una explosión
informativa y difusiva que va más allá, incluso de lo que Solla Price (1963, 1973)
denominó el crecimiento exponencial de la información, situándose en una
constelación que pudiera explicarse más bien desde la teoría del caos.
Obviamente, tal confrontación, que a veces parece un estado de guerra, ha
impactado notablemente a los habitantes del país, a unos más que otros, pero ha
impactado a todos. El crecimiento de visitas a orientadores, psiquiatras,
psicólogos, sacerdotes, en los últimos años, tal y como lo referencian diversos
medios de información, para tratar temas relacionados con esta situación, es
una señal de lo dicho.
Visto
muy en macro y abstracto, la confrontación político-social se produce, momento
histórico, cuando al intentar modificar el “viejo modelo” (“la IV”, como es
llamada a veces despectivamente la IV República), se está intentando también
remover, es obvio, una estructura (E) y su superestructura (SE) aún pre y
existentes. Lo estructural, a la usanza del materialismo histórico, está
referido, en síntesis, a lo económico-financiero y todo lo que esto implica
desde la producción material de bienes y servicios, y la influencia de esto en la conformación de
una superestructura que se le corresponde (lo político, jurídico, educacional,
ideológico, cultural, las costumbres, la ética, los valores en general, la
estética misma). Ese intento de modificación produce, como es lógico y obvio,
un proceso de transición, en el cual nos movemos todos y que pudiera sintetizarse
en los siguientes términos: El Proceso del Socialismo
del Siglo XXI (como es denominado el proyecto sociopolítico de la V República),
totalizador y revolucionario, se encuentra en estado de transición: una especie
de interregno entre la IVR y la VR, un espacio-momento de acción contradictorio. Infograma 1.
Ese estado de
transición, El Proceso, de desarrollo e imposición del SSXI, se muestra para
algunos como ambiguo, agresivo, arrasador de las “viejas” estructuras,
mostrándose como un condicionante totalizador que como tal impacta la vida del
ciudadano común (llamado “pueblo”), común aunque lo quieran mostrar como Poder.
Para otros, particularmente los seguidores de las políticas gubernamentales, se
muestra como esperanza y cambio favorable. La relación o, mejor, la
interrelación entre los pobladores del país se ha visto signada por tal
transición.
El costo de dicha
transición, en el plano psicosocial para ambos grupos impacta como odio,
agresividad, angustia, incertidumbre, reajuste de la percepción del pasado, el
presente y el futuro, surgimiento y replanteamiento de necesidades, escisión
familiar, reajuste de la microeconomía (denominada a veces “la economía del
bolsillo” por los políticos de oficio), pugna permanente, desesperación, pérdida
de tiempo para adquirir alimentos y artículos de primera necesidad, impotencia,
llanto, entre múltiples estados emocionales,
incremento de la búsqueda de terapias por profesionales de la ayuda,
mayoritariamente para los opositores, pero también para los seguidores de las
políticas emanadas del Poder Oficial.
A la situación actual
la he llamado estado en el sentido de que
todo modo de expresión de la realidad, y muy particularmente su representación,
está sujeto a cambios que tienden a alterar su condición, es decir, todo
objeto, todo proceso, todo pensamiento, todo sentimiento, existe en movimiento
transformador (Bryce, 2001). El actual estado, puede entenderse como un
movimiento contradictorio. Por momento entiendo a la
situación histórica actual. Por espacio, los límites geopolíticos en
el cual se desarrolla en actual proceso y cubre, no sólo el país donde
habitamos, sino también al conjunto de personas que por razones similares a las
mencionadas como estado psicológico, se han ido a vivir fuera del país. ¿Qué podemos hacer para disminuir la
angustia y también las visitas al psicólogo? En nuestra próxima entrega
escribiremos sobre esto.
Bryce, A. (2001). Tesis Doctoral: Estados Intelectuales Dialécticos Configuracionales.
Maracay: Universidad Bicentenaria de Aragua.
Solla Price,
D.J. (1963). NETWORKS OF SCIENTIFIC PAPERS: http://www.garfield.library.upenn.edu/papers/pricenetworks1965.pdf. 22/10/13. 11:19 a.m.
_______(1973). Hacia una Ciencia de la Ciencia.
Barcelona, España: Editorial Ariel.
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