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22.10.13

PERCEPCIONES


PERCEPCIONES

EL ESTADO-ESPACIO-MOMENTO DE ACCION (EEMA)

(Primera Parte)

Por Alvy Bryce Calles

 
La situación político-ideológica que vivimos actualmente en Venezuela puede considerarse como un estado-espacio-momento de acción cuyo significado está signado por múltiples factores que trascienden lo político para situarse como una complejidad social cuya síntesis es, por ahora, parcial. Lo económico-financiero, jurídico, ideológico, judicial, la propiedad, lo tradicional, las costumbres, los ideales, la percepción misma, lo emocional, lo educativo, se vive como confrontación que ha llegado a extremos de dividir familias, amistades, grupos sociales, instituciones, determinados por una especie de odio que polariza y se expresa como energía real-social (Bryce, 2001).

En este sentido, los mass-media, han tenido un papel preponderante en la difusión (y confusión) de las contradicciones impulsadas desde las instancias de liderazgo del Poder, tanto del gobierno como de la oposición.  Prácticamente no existe medio de comunicación en el país y en el exterior que no se haya convertido en difusor de las diferencias. El desfile es largo y amplio: artículos, libros, folletos, panfletos, reportajes, programas de opinión en radio, tv, internet, entre muchas otras formas, han producido, por decirlo de alguna manera, una explosión informativa y difusiva que va más allá, incluso de lo que Solla Price (1963, 1973) denominó el crecimiento exponencial de la información, situándose en una constelación que pudiera explicarse más bien desde la teoría del caos. Obviamente, tal confrontación, que a veces parece un estado de guerra, ha impactado notablemente a los habitantes del país, a unos más que otros, pero ha impactado a todos. El crecimiento de visitas a orientadores, psiquiatras, psicólogos, sacerdotes, en los últimos años, tal y como lo referencian diversos medios de información, para tratar temas relacionados con esta situación, es una señal de lo dicho.
   Visto muy en macro y abstracto, la confrontación político-social se produce, momento histórico, cuando al intentar modificar el “viejo modelo” (“la IV”, como es llamada a veces despectivamente la IV República), se está intentando también remover, es obvio, una estructura (E) y su superestructura (SE) aún pre y existentes. Lo estructural, a la usanza del materialismo histórico, está referido, en síntesis, a lo económico-financiero y todo lo que esto implica desde la producción material de bienes y servicios,  y la influencia de esto en la conformación de una superestructura que se le corresponde (lo político, jurídico, educacional, ideológico, cultural, las costumbres, la ética, los valores en general, la estética misma). Ese intento de modificación produce, como es lógico y obvio, un proceso de transición, en el cual nos movemos todos y que pudiera sintetizarse en los siguientes términos: El Proceso del Socialismo del Siglo XXI (como es denominado el proyecto sociopolítico de la V República), totalizador y revolucionario, se encuentra en estado de transición: una especie de interregno entre la IVR y la VR, un espacio-momento de acción contradictorio. Infograma 1.


 

Ese estado de transición, El Proceso, de desarrollo e imposición del SSXI, se muestra para algunos como ambiguo, agresivo, arrasador de las “viejas” estructuras, mostrándose como un condicionante totalizador que como tal impacta la vida del ciudadano común (llamado “pueblo”), común aunque lo quieran mostrar como Poder. Para otros, particularmente los seguidores de las políticas gubernamentales, se muestra como esperanza y cambio favorable. La relación o, mejor, la interrelación entre los pobladores del país se ha visto signada por tal transición.
El costo de dicha transición, en el plano psicosocial para ambos grupos impacta como odio, agresividad, angustia, incertidumbre, reajuste de la percepción del pasado, el presente y el futuro, surgimiento y replanteamiento de necesidades, escisión familiar, reajuste de la microeconomía (denominada a veces “la economía del bolsillo” por los políticos de oficio), pugna permanente, desesperación, pérdida de tiempo para adquirir alimentos y artículos de primera necesidad, impotencia, llanto,  entre múltiples estados emocionales, incremento de la búsqueda de terapias por profesionales de la ayuda, mayoritariamente para los opositores, pero también para los seguidores de las políticas emanadas del Poder Oficial.
A la situación actual la he llamado estado en el sentido de que todo modo de expresión de la realidad, y muy particularmente su representación, está sujeto a cambios que tienden a alterar su condición, es decir, todo objeto, todo proceso, todo pensamiento, todo sentimiento, existe en movimiento transformador (Bryce, 2001). El actual estado, puede entenderse como un movimiento contradictorio. Por momento entiendo a la situación histórica actual. Por espacio, los límites geopolíticos en el cual se desarrolla en actual proceso y cubre, no sólo el país donde habitamos, sino también al conjunto de personas que por razones similares a las mencionadas como estado psicológico, se han ido a vivir fuera del país. ¿Qué podemos hacer para disminuir la angustia y también las visitas al psicólogo? En nuestra próxima entrega escribiremos sobre esto.

 
 Referencias

Bryce, A. (2001). Tesis Doctoral: Estados Intelectuales Dialécticos Configuracionales. Maracay: Universidad Bicentenaria de Aragua.

Solla Price, D.J. (1963).   NETWORKS OF SCIENTIFIC PAPERS: http://www.garfield.library.upenn.edu/papers/pricenetworks1965.pdf. 22/10/13. 11:19 a.m.

_______(1973). Hacia una Ciencia de la Ciencia. Barcelona, España: Editorial Ariel.

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