LA ORIENTACION HOY

(Este artículo está dirigido principalmente a profesionales de la ayuda. Si Usted no lo es, puede obviarlo, aunque igualmente le recomendamos su lectura)

La Orientación hoy hace referencia a muchas cuestiones a la vez: tendencias actuales, sistemas teórico-conceptuales, epistemologías, ontologías, procesos de investigación, enseñanza, aprendizaje, guiatura de las personas. Sin embargo, resaltamos que nuestro interés primordial es el de mostrar los aportes teóricos y filosóficos de las diversas profesiones de ayuda, pero reconvertidos a un lenguaje accesible para el gran público, particularmente para aquellos que viven su día a día, con sus satisfacciones e insatisfacciones, aquellos que en algunos o muchos momentos han sentido la necesidad de acudir a alguien que les tienda una mano.

Fuente: www.northnews.co.uk

Sin embargo, consideramos que es nuestro deber no dejar en el tintero todos esos aspectos que a veces son sólo del manejo de profesionales dedicados a los bártulos de la Orientación. En este sentido, mostramos al menos las cuestiones éticas y conceptuales básicas que guían nuestra labor, para que queden sobre la mesa, a la vista. Por lo que se nos escape, presentamos nuestras disculpas.

Una cuestión primaria es el significado de orientar y, la pregunta básica, ¿qué es orientar?, ¿qué significa orientar?, preguntas que sólo podemos responder desde dos cuestiones entrelazadas: la teoría y la práctica concretas, más desde ésta que de aquella, y es que la teoría –de gran importancia para nosotros-, siempre ha de estar ubicada "detrás" de la práctica, aunque la "empuje". La teoría no "arrastra" a la práctica, es al revés.

Según nuestra experiencia, es decir, desde nuestra percepción de la teoría y su contrastación con nuestras actividades de ayuda y con la configuración propia que le damos a la misma,  Orientar significa, antes que nada, Orientar Eticamente, al poner a la disposición de quien necesite ayudar-se,  todos nuestros mejores recursos como profesionales y personas. En este sentido, nuestro propósito, ya seamos orientadores personales y educacionales, psiquiatras, trabajadores sociales, psicólogos, líderes religiosos, docentes, psicopedagogos, psicoandragogos, es motivar al orientando a que tome conciencia de sí mismo y de su potencial para resolver los problemas que la vida misma le depara en sus relaciones intra (consigo mismo), interpersonales (con los demás) y transpersonales (a través de los demás) en la escuela, familia, con amigos, extraños. En algunos casos, si la persona no está en capacidad de tener conciencia para solucionar sus problemas, debemos ser muy prudentes (es lo ético) y tomar una decisión acertada. La Orientación en esta perspectiva implica ya un cierto sentido direccional que amplía los límites, al ir más allá del ayudarse-se, hacia ayudar-le, tareas ambas de mucho cuidado y prudencia.

En atención a esto, es de radical importancia y un mandato ético que el profesional tenga, él mismo, conciencia de sus propias limitaciones como Orientador, es decir, debe estar muy claro cuándo un caso NO es de su competencia, para entonces apelar a la consulta inter-trans-multidisciplinaria o a la derivación a otro profesional de la ayuda.

Un consejo incorrecto, o un tratamiento mal asignado o aplicado, puede ser tan o más peligroso que el problema que aqueja a quien necesita la ayuda, es decir, puede crear un problema mayor al que se le busca solución. Por ejemplo, un Orientador Vocacional, no psiquiatra, cometería un grave error si le asigna tratamiento psiquiátrico a un orientando.

Dentro de los códigos deontológicos, la mala praxis es un delito, incluso penal. Quien busca ayuda ha de estar claro a quién acudir.